¿Sabías que la celiaquía también puede afectar tu salud bucodental?
La enfermedad celíaca es una condición autoinmune en la que el organismo reacciona de forma anormal al gluten, una proteína presente en cereales como el trigo, la cebada o el centeno. Aunque suele relacionarse principalmente con problemas digestivos —como dolor abdominal, diarrea o pérdida de peso—, sus efectos pueden ir mucho más allá del intestino.
Una de las áreas donde también puede manifestarse es la boca. De hecho, los signos orales pueden ser una de las primeras pistas para detectar la celiaquía, sobre todo en niños.
¿Qué puede aparecer en la boca de una persona celíaca?
Los síntomas orales más frecuentes incluyen:
✅ Aftas o úlceras bucales recurrentes: pequeñas lesiones dolorosas que aparecen en la mucosa bucal y tardan en cicatrizar.
✅ Defectos en el esmalte dental: manchas blancas, amarillas o marrones, o un esmalte más frágil de lo normal.
✅ Boca seca o sensación de ardor: consecuencia de una menor producción de saliva o de la inflamación de la mucosa.
✅ Encías inflamadas o sangrantes: signo de gingivitis o de una respuesta inflamatoria generalizada.
✅ Retraso en la erupción dental (en niños): los dientes pueden tardar más en salir debido a alteraciones en la absorción de nutrientes.
✅ Lengua lisa, roja o dolorida (glositis): reflejo de deficiencias nutricionales, especialmente de hierro, ácido fólico o vitamina B12.
¿Por qué ocurre esto?
La clave está en la malabsorción intestinal.
Cuando una persona con celiaquía no diagnosticada o no tratada consume gluten, su intestino delgado se inflama y pierde la capacidad de absorber correctamente vitaminas y minerales esenciales como el calcio, hierro, zinc o vitamina D.
Estas deficiencias afectan directamente a los tejidos orales y a la formación del esmalte dental, especialmente durante la infancia, cuando los dientes se están desarrollando. Además, la inflamación sistémica provocada por la enfermedad puede agravar problemas en las encías y aumentar la sensibilidad dental.
La boca puede ser clave para el diagnóstico en niños
En muchas ocasiones, los dentistas son los primeros profesionales en sospechar de una posible celiaquía.
Las alteraciones del esmalte, la presencia de aftas frecuentes o el retraso en la erupción dental pueden llevar al odontólogo a recomendar una evaluación médica más profunda.
Por eso, las revisiones odontológicas periódicas son fundamentales, no solo para cuidar la salud de los dientes, sino también para detectar enfermedades sistémicas que pueden pasar desapercibidas.
Tratamiento y cuidados dentales en pacientes celíacos
Una vez diagnosticada la celiaquía y adoptada una dieta libre de gluten, la mayoría de los síntomas bucales tienden a mejorar con el tiempo. Sin embargo, es importante mantener una buena higiene oral y acudir regularmente al dentista para controlar los posibles efectos residuales en el esmalte o las encías.
En la clínica podemos ayudarte con:
- Tratamientos para fortalecer el esmalte dental.
- Revisiones periódicas personalizadas según tus necesidades.
- Asesoramiento sobre hábitos saludables y nutrición bucodental.
En resumen
La celiaquía no solo afecta al intestino: también puede dejar huellas visibles en la boca. Reconocer estos signos a tiempo puede ser clave para un diagnóstico temprano y una mejor calidad de vida.
Si notas aftas frecuentes, sensibilidad dental o manchas en el esmalte, no lo ignores. ¡Tu boca puede decir mucho más de lo que imaginas!



